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jueves, 12 de mayo de 2011

EL GUATEQUE HORMONAL

Que digo yo que a las alturas de la copla en que nos hallamos, parece innecesario decir que a mí lo que de verdad me gusta es apoyar incondicionalmente a los partidarios del impacto visual, combatir con todas mis fuerzas a los enemigos de la arqueología y tararear boleros de Machín cuando nadie me escucha. Pero ya se sabe que en esto de la opinión, como en la vida misma, no siempre es posible darle al cuerpo los caprichos que se le antojan. Y más si lo tenemos expuesto a la vorágine electoral, una vorágine la más vorágine a que se puede aspirar en este país tan proclive a las vorágines que hasta cuenta con una caterva de políticos que son una vorágine en sí mismos.

Pues bien, a la vista de la presente campaña -de inequívoco olor a paella-, me pregunto si esta clase de competiciones no producirá en el bambullo de algunos candidatos algo así como un guateque hormonal que les lleva a desbarrar a base de estribillos que se hacen odiosos a la segunda vez que los oyes y que convierten a los que los pronuncian en auténticos contrasentidos andantes (que no pensantes). A no ser que todo esto no sea más que una estrategia, no para desautorizar y hasta ridiculizar las estupideces del contrario, que sería hasta cierto punto comprensible, sino para destruir el entramado neuronal de sus electores potenciales. De manera que bien podríamos decir que entre hormonas y neuronas anda el juego.

Proclama, por ejemplo, la candidata revenida, en un encomiable arrebato definitorio, que un socialista no es aquel que se viste de azul, sino que los que se visten de azul son los suyos, a los que, por tanto, no debemos confundir con los que se visten de azul sin serlo (azules, supongo, que no todo fue explicitado en la prolija definición), porque entonces se correría el riesgo de creer que se está votando a uno de los de azul y votar en realidad a un socialista, que también se visten de azul, etc., etc, etc, ¿comprenden? Que no me queda más remedio que pensar que, o bien a esta buena señora se le ha ido la olla de la nostalgia asociada a los colores simbólicos, o bien no tiene la menor idea ni de colores ni de socialistas ni de hablar ni de callar.

Dice el alcalde-candidato que en esta ocasión no será alcalde a cualquier precio, emitiendo de este modo un cierto tufillo despectivo hacia los que hicieron posible la alcaldía que ahora termina. Y no seré yo quien pida un mínimo de caballerosidad en la política actual, que sería tanto como pedirle peras al olmo, pero si rogaría que se practicara con más frecuencia eso que solemos llamar "sentido común". Pensar, sin ir más lejos, que nunca su partido ganó la alcaldía por sí solo y que, al fin y a la postre, haciendo a veces un ejercicio de responsabilidad más allá de lo que era exigible por las circunstancias, IU (y antes el PCE) hicieron posible una política de izquierda en la ciudad de Toledo. Porque, de lo contrario, habría que aplicarle al señor candidato aquel dicho marxista que dice: "En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste" (Groucho dixit). A lo que también podría apostillarse lo siguiente: "O también puedes elegir no asistir a ciertas fiestas" (cosecha personal, modestia aparte).

Bajo mi ventana, aparca durante un buen rato una furgoneta con los altavoces a toda pastilla emitiendo una y otra vez la musiquilla de los azules que no son socialistas, y no me queda otra que pensar en las películas porno. Y me digo que, ya puestos, también podrían poner el Soldadito español, de Estrellita Castro, o el ¡Eiuuueeeey!, de Julio Iglesias. Pero en ningún caso La bien pagá, por no ofender a los muertos en su exilio argentino.

La Bienpagá bastante tiene con esforzarse en suprimir las preposiciones de su apellido en los mensajes directos, que no queda nada bien el toque atristocrático cuando vamos de populares (o sea, de rojos vestidos de azul con su camisita y su canesú), aunque así, al pronto, produzca la impresión de ser otra distinta de la que todo el mundo ha llegado a conocer en los últimos tiempos. Y, mira tú por dónde, parece ser que según algunas encuestas puede presidirnos durante los próximos cuatro años. Pero tampoco hay que rasgarse las vestiduras. Y menos si son vestiduras de baracalofi. Ahí tenemos el caso de Camps en Valencia. Y es que lo de este país no tiene nombre. Ni apellidos. Al final, va a resultar que Berlusconi sólo era un adelantado a su tiempo, un visionario genial de proyección poco menos que global.

Y ya que hablamos de encuestas, un recuadro publicitario sobre el tema llama mi atención en La tribuna de Toledo. En él, la parte superior viene a estar ocupada por los tres principales candidatos a la alcaldía de la capital. Es decir, P. Barredo, E. García-Page y A. San Emeterio. La parte inferior se rellena con las efigies de mayor tamaño correspondientes a J. Mª Barreda (izquierda) y Mª Dolores DE Cospedal (derecha). Pues bien, tras un rato de observación, vengo a comprender hasta qué punto estos desmadres electorales pueden poner en evidencia el termómetro vital de los candidatos. De manera que, así como San Emeterio nos muestra un rostro perfectamente sereno y reflexivo sin asomo alguno de artificiosidad (que se adorne el pescuezo con corbata o no importa menos), sus cuatro compañeros, dos a dos, lucen unas sonrisas que piden una interpretación matizada: los dos socialistas (vestidos de azul o de lagarteranas) han sido víctimas de idéntica sonrisa, un gesto leve y natural que nos configuran las caras de dos hombres que se han muerto de repente con la sonrisa puesta. Esto suele pasar y, por tanto, nada que objetar. Pero lo que no ocurre jamás es morirse con las sonrisas también idénticas de las dos candidatas populares, abiertas, estiradas de pómulos rígidos que no acompañan, dientes de anuncio tremolando al viento, hasta recordarnos a esos cadáveres preparados por los artistas-funerarios de algunas películas americanas.

Y los domingos, lo dicho, paellas gigantes por aquello de cultivar el tipismo pero sobre todo por adormecer las neuronas que aún sean capaces de moverse por sí mismas.











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